Es obvio, y como he
comentado en mis anteriores entradas al blog, una característica que define
al emprendedores es su optimismo.
El optimismo es
importante ya que, al igual que la mayoría de actitudes personales acusadas
tiene un efecto contagio sobre los demás, y esto es fundamental para el éxito, pero
el optimismo en las previsiones del plan de negocio genera siempre un efecto malévolo
en la actitud del inversor y me explico:
El inversor no conoce en
profundidad nuestro proyecto y para eso le presentamos nuestro plan de negocio,
lo que si conoce perfectamente el inversor es que el emprendedor tiende a ser
optimista en sus previsiones para hacer el proyecto mas atractivo, el proyecto suele ser optimista en las ventas, en los plazos de consecución
de hitos y en los beneficios generados (normalmente acostumbra a haber mas gastos que los
previstos).
Un plan de negocio con unas previsiones optimistas no es lo que decantará al inversor (sea éste
inversor privado o fondo de capital riesgo) a invertir en nuestro proyecto, lo
que le decidirá a invertir será la objetividad y credibilidad de los parámetros de la globalidad del plan descritos
en las due diligences de la innovación o la tecnología y en el plan de negocio
en si mismo (ver entradas al blog anteriores), lo que si hará el inversor si
realmente ha tomado la decisión de invertir en el proyecto es que usará las previsiones (hitos)
descritos en el plan de negocio como un “contrato de obligado cumplimento” y
condicionará la materialización del total de su inversión a la real consecución
de los hitos descritos.
Si el inversor realmente
está interesado en materializar la inversión capitalizará la mitad o menos de
la inversión necesaria en un primer momento para invertir el resto a la
consecución de los hitos previstos, y si al momento de la consecución de los
hitos previstos éstos no se hubieran cumplido el inversor requerirá una mayor
cesión de acciones a cambio de su inversión.
El inversor es un “lince”
en inversiones, sin embargo somos nosotros, los emprendedores los que mas
sabemos sobre nuestro modelo de negocio, es IMPRESCINDIBLE realizar un
completo, realista y objetivo plan de negocio antes de ponernos a negociar con
el capital riesgo, solo a partir de un completo conocimiento de todos los
parámetros del plan podremos negociar con seguridad un buena y favorable
ampliación de capita, asegurando el mantenimiento de nuestras acciones en el proyecto de cara al
futuro además de que este absoluto conocimiento asentará también mayor
sensación de seguridad al inversor.
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