En
quince años de creación y financiación de empresas de innovación y tecnológicas
en los que he levantado casi cinco
millones de Euros http://miguelhuguet.com/ de inversores privados y de capital riesgo,
he tenido ocasión de contactar y negociar no solo con los mencionados gestores
de excesos de liquidez, sino que también he podido negociar con instituciones
como CDTI (Centro de Desarrollo Tecnológico Industrial), ENISA (Empresa
Nacional de Innovación SA.), ICEX (Instituto de Comercio Exterior), con los
cuales también he apalancado muchos de los proyectos, incluso con alguna SGR
(Sociedades de Garantía Reciproca) con las que he avalado algunos de los
apalancamientos mencionados. Con todas las instituciones mencionadas siempre ha
habido un comentario común:
Ideas
hay muchas, ¡ nos llegan a cientos ¡, pero proyectos estructurados con unas due
diligences y un plan de negocio realizados nos llegan muy pocos.
De
hecho, comentan que de cada cien “ideas” que les llegan y les piden que tienen
que volver pero con un plan de negocio, el noventa por ciento no vuelven a aparecer.
La
realidad es que como ya he mencionado en mis blog anteriores, ni la
administración ni la universidad pública han destinado muchos recursos a formar
emprendedores http://miguelhuguet.blogspot.com/2014/01/la-universidad-espanola-solo-ensena-ser.html no solo eso sino que además parece que en lugar de fomentar y
estimular el espíritu emprendedor lo que se ha hecho es todo lo contrario http://miguelhuguet.blogspot.com/2013/12/aprender-emprender.html es por esta razón por la que hay poca costumbre en realizar todos los
protocolos para que una idea pase a ser un proyecto, y éste pase a ser un plan
de negocio.
Solo a
través de la realización de todos los parámetros de las due diligemnces de la
innovación y la tecnología y su correspondiente plan de negocio conseguiremos
la credibilidad, objetividad y confianza suficiente como para que algún
inversor pueda sentirse atraído para estudiar nuestro proyecto.
El
Elevator Pitch es la cúspide, es la culminación de todo el plan, es la
capacidad que tenemos de ser “concretos” y de ser sobre todo “precisos” en la
breve exposición del proyecto.
Se dice
popularmente que “la primera impresión es la que vale”, pues el Elevator Pitch
es esa primera impresión, y si en esa primera impresión no somos capaces de ser
concretos y precisos es seguro que nunca volveremos a tener la oportunidad de
dar esa primera impresión, podremos dar una segunda, o una tercera, pero nunca volveremos
a poder dar una “primera impresión”
Mi
consejo para cualquier emprendedor:
Nunca
presentes tu proyecto hasta que no tengas realizados todos los procesos de
evaluación de las due diligences y de realización del plan de negocio y de
ellos hayas podido realizar tu resumen ejecutivo. A partir de este punto debes
realizar aquello que es mas complicado pero mas necesario: La síntesis que te
permita explicarlo todo con seguridad en un minuto: El Elevator Pitch
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